La forma del abdomen como la de todos los musculos viene dada por la genética. Las líneas que lo separan horizontalmente van a tener una distancia totalmente individual así como la línea alba (que los separa verticalmente), tendrá un grosor también determinado por la genética. El relieve si se puede variar así como el tamaño del oblicuo externo que es el que le da grosor a la cintura en una vista frontal o posterior. El perímetro de la cintura también se puede variar con el entrenamiento, ahí va incluido el tamaño de los lumbares.
El patrón de acumulo de grasa en el hombre hace que en la zona media sea donde más células grasas tenemos, osea que hasta que el porcentaje de grasa sea mínimo no se verá nuestro desarrollo abdominal. Con la zona de los riñones es lo último en destaparse.
El uso de andrógenos y demás arsenal durante el transcurso de los años hará que nuestro perímetro vaya aumentando. El uso de ejercicios básicos y pesos pesados también.
EL trabajo abdominal es necesario para el equilibrio muscular y mantener nuestra postura.
Pero hay que pensar que algunos de los mejores ejercicios abdominales son isométricos bajo carga: Elevación frontal con barra o manc, Remos con peso libre, Curl con barra de pie, Peso muerto, Sentadilla. Ahora está de moda las planchas ventrales, “que mejor plancha que un tríceps con polea pesado”.
Trabajo en poleas, sentado y mucho entrenamiento en máquinas nos dará una cintura más fina. Pero solo si nuestra genética lo permite.
La mayoría de los pros no hace trabajo abdominal propiamente, tipo contracciones. Las zonas medias con más relieve que he visto no fueron conseguidas con ese trabajo, sino con el que indirectamente te dan las cargas pesadas.
Yo recomiendo dos días semanales de entrenamiento específico (4 - 6 series, combinando aislamiento con ejercicios donde se involucren los flexores de la cadera), para la salud de nuestro raquis y aparte todo el trabajo básico posible.
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