Musculación y diabetes

ASPECTOS FISIOLÓGICOS Y PRESCRIPCIÓN SEGURA DE
EJERCICIOS DE MUSCULACION PARA POBLACIONES ESPECIALES
MUSCULACIÓN Y DIABETES

La Diabetes Melitus, popularmente conocida como diabetes, es un
trastorno del metabolismo de los carbohidratos caracterizado por un alto índice
de azúcar en la sangre (hiperglicemia) y la presencia de azúcar en la orina
(glicosuria). Esta enfermedad se desarrolla cuando hay una producción
inadecuada de insulina por el páncreas o su uso inadecuado por las células del
cuerpo.

La insulina y el glucagón son hormonas de funciones antagónicas,
secretadas por el páncreas que ejercen un papel importante en la regulación de
la cantidad plasmática de glucosa (glicemia). Cuando los niveles plasmáticos
de glucosa son elevados (hiperglicemia), el páncreas recibe señales para
liberar insulina en el sistema circulatorio. La insulina puede actuar:

• Facilitando el transporte de glucosa dentro de las células (principalmente las
células del tejido muscular);

• Promoviendo la glicogénesis (transformación de la glucosa en glicogeno que
se guardará en los músculos del esqueleto y en el hígado);

• Inhibiendo el gliconeogénesis (formación de la glucosa a partir de otros
substratos)

De esta manera la insulina reduce la cantidad de glucosa circulante en la
sangre. Cuando los niveles plasmáticos de glucosa están abajo del nivel
normal (hipoglucemia) el páncreas secreta el glucagon que promoverá la
glicogenólisis (ruptura de las moléculas del glicogêno en el hígado) y un
aumento de la gliconeogénesis que hace a la glucosa circulante volver a los
niveles normales.

Hay dos clasificaciones principales de diabetes:

•Diabetes Melitus Insulino-dependiente, que también puede llamarse
Diabetes Tipo I. En este tipo de Diabetes el individuo hace uso de
insulina a través de las inyecciones para poder controlar su nivel de
azúcar en la sangre.

•Diabetes Melitus No-Insulino-dependiente o Diabetes Tipo II. Es el tipo
más común de Diabetes que aparece en la fase adulta y, normalmente,
el individuo consigue controlar los niveles plasmáticos de azúcar con
una dieta específica, ejercicios y, en ciertos casos, con medicaciones
orales.

Origen de la Diabetes Melitus:

En la Diabetes Tipo I las células Beta (las células que secretan insulina)
del páncreas se destruyen. Esta destrucción puede ser causada por el sistema
inmunológico, por el aumento de la susceptibilidad a las virosis por las células
beta o por la degeneración de estas células. Esto lleva a una deficiencia
acentuada en la secreción de insulina y las inyecciones diarias son necesarias
para controlar la enfermedad.

En la Diabetes Tipo II, la aparición de la enfermedad es gradual y está
causada por tres anormalidades principales del metabolismo:
• Una secreción de insulina retardada o perjudicada;
• Una acción perjudicada de la insulina en los tejidos (resistencia a la insulina);
• Una producción excesiva de glucosa por el hígado.

Aunque el origen de este síndrome de la resistencia a la insulina sea
oscuro, probablemente involucra factores genéticos así como factores medioambientales y debidos al estilo de vida, como la obesidad, la inactividad
(sedentarismo) y la dieta.

Con la obesidad, las células Beta del páncreas
quedan menos susceptibles a la estimulación del aumento de la glucosa en
sangre y las células blanco (como las células musculares, por ejemplo) sufren
una reducción en la activación de los receptores de la insulina. De esta manera
la insulina en la corriente sanguínea no efectúa con eficacia el transporte de la
glucosa para dentro de la célula.

Problemas de salud asociados a la Diabetes:

La Diabetes aumenta el riesgo del aparecimiento de varias enfermedades
como:
• Enfermedad arterial coronariana (como el infarto del miocardio, por ejemplo)
• Enfermedades cerebro vasculares
• Hipertensión
• Enfermedad vascular periférica
• Toxemia durante el embarazo (convulsiones o accesos y elevación aguda de
la presión arterial, proteinúria, edema, la retención de sodio)
• Hiperinsulinemia en el recién nacido (presencia de alto nivel de insulina
endógena circulante en la sangre)
• La Retinopatía diabética (enfermedad progresiva que daña la retina)
• La Nefropatia diabética (damnificación de los pequeños vasos sanguíneos de
los riñones)
• Neuropatía periférica (la enfermedad de los nervios responsables por la
sensibilidad y que controlan el funcionamiento muscular)
• Neuropatía autónoma (enfermedad que afecta los nervios autónomos que
actúan en órganos interiores importantes como el corazón)

El tratamiento general del diabético:

Las terapias principales usadas ahora para el tratamiento del diabético
son la administración de inyecciones de insulina (que puede o no ser
necesaria) y/o las medicaciones administradas oralmente, una dieta equilibrada
y el ejercicio.

La regla de las inyecciones de insulina y el tipo de insulina usada debe
ser hecha por el médico endocrino. La dosificación ideal varía entre los
individuos y la regla correcta, ayudará que el diabético mantenga, no sólo el
equilibrio del metabolismo de los carbohidratos, si no también de las grasas y
proteínas.

Los tipos de insulina inyectable pueden variar con relación al tiempo de
acción:

•Insulina de acción corta
•Insulina de acción intermediaria

Las dietas con baja ingestión de carbohidratos, en el intento de controlar la
glucemia, no son recomendadas porque una dieta pobre en carbohidratos
causa un aumento en la ingestión de grasas, lo que puede tener un efecto muy
negativo en los niveles sanguíneos de los lipídos. Como los diabéticos ya tiene
un gran riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, el aumento de
los lipídeos sanguíneos todavía aumentaría más este riesgo.

El obeso que padece Diabetes, necesita una dieta con restricción calórico
para disminuir su porcentaje de grasa, lo que puede producir que los individuos
con Diabetes Tipo II consigan reestablecer sus niveles normales de glucosa
sanguínea.

Otra preocupación del diabético, está en relación al índice glicémico de los
alimentos de la dieta. El índice glicémico es una clasificación de los alimentos
basada en su efecto inmediato en los niveles de glucosa sanguínea. Este
índice representa cómo la glucosa sanguínea del individuo se altera después
de la ingestión de un determinado alimento.

Los alimentos que son rápidamente descompuestos durante la digestión y
pueden alterar el nivel de insulina y de glucosa sanguínea son los alimentos de
índice glicémico alto. Los alimentos que son digeridos más despacio y liberan
glucosa gradualmente en la corriente sanguínea y no elevan el nivel de insulina
se llaman alimentos de Índice Glicémico Bajo.

La mayoría de los alimentos cuyos índices glicémicos ya fueran testados y
clasificados se encuadrados en una escala que va de 0 a 100, lo que se dice si
la comida aumentará apenas un poco, moderadamente o dramáticamente la
glucosa sanguínea. Cuanto más pequeño el número, más despacio la acción
sobre los niveles de glucosa. Por consiguiente, un conocimiento profundo del
Índice Glicémico de los alimentos es de importancia extrema para los
diabéticos. La ingestión de alimentos con media/bajo índice glicémico no
afectará los niveles de glucosa sanguínea, disminuyendo así la probabilidad de
hiperglucemia que ocurre después de las comidas.

Además de lo expuesto, el mantenimiento de los niveles de insulina estable
resulta en:
• Reducción del exceso de tejido graso
• Aumento y mantenimiento de los niveles de energía
• Aumento de la vivacidad mental
• Reducción en los niveles de colesterol y triglicéridos
• Reducción en la incidencia de hipertensión
• Aumento del condicionar cardiovascular

El control de los niveles de glucosa sanguínea permite la regulación de
la lipoproteína lipasa (LPL). La LPL es una importante enzima responsable por
la regulación del metabolismo de las lipoproteínas y grasas. La lipoproteína
lipasa del tejido graso permite la absorción de los triglicéridos plasmáticos por
la célula de grasa. Siendo así, el aumento de la actividad de esta enzima este
íntimamente conectado al aumento de la grasa almacenada. La insulina es un
regulador importante de la actividad de la Lipoproteína Lipasa siendo que
cuanto mayor es la liberación de insulina en la corriente sanguínea, mayor es la
actividad de esta enzima y mayor también será la probabilidad de
almacenamiento de grasa en las células adiposas.

La dieta con alimentos de índice glicémico medio / bajo es un arma
importante que debe ser usada por el diabético tanto en la preservación de los
niveles normales de glucemia, como en el mantenimiento o hasta la
disminución del porcentaje de grasa corpórea, siendo que ambas situaciones
favorecen la disminución de los riesgos de las enfermedades relacionadas a la
Diabetes.

La identificación científica de la Leptina, ayudó a esclarecer cómo el
cuerpo humano posee un mensajero que informa del contenido de grasa
corpórea total al cerebro. La Leptina es liberada por las células adiposas en
el sistema circulatorio para estimular el sistema nervioso central (hipotálamo)
que, de acuerdo con el nivel de leptina circulante, regulará el equilibrio de
energía.

Además de la leptina, otros agentes son liberados por las células
adiposas como el TNFa (Tumor Necrosis Factor Alfa). Como la leptina, el TNFa
puede desempeñar una función en el control del almacenamiento de grasa y
del número de células de grasa. Cuando el número de células adiposas del
cuerpo aumenta, la cantidad de TNFa liberada también aumenta. El aumento
de TNFa liberado con la obesidad puede ser responsable de la resistencia a la
insulina (y de la Diabetes Tipo II) porque el TNFa interfiere en los receptores
(las células blanco) de la insulina.

Ésta puede ser la conexión principal entre la obesidad y la Diabetes Tipo
II. De ahí la importancia del ejercicio también para el controle de la porcentaje
de grasa corpórea.

La liberación de radicales libres en diabéticos que no controlan la
enfermedad es mayor que en diabéticos que consiguen mantener sus niveles
de glucosa sanguínea estable. El aumento descontrolado de la acción de
radicales libres en la diabetes puede llevar al aparecimiento de innumeras
enfermedades, además de aumentar el envejecimiento celular.

La función de la actividad física para el diabético:
Aunque hay alguna discordancia entre los investigadores, varios
estudios demuestran que el ejercicio es importante en el tratamiento de la
diabetes melitus y se asocia con mejoras en el nivel plasmático de glucosa y
con la sensibilidad a la acción de la insulina.

De cualquier forma, si el ejercicio realmente tiene un papel indispensable
en el mantenimiento de los niveles plasmáticos de glucosa o no, todavía
requiere algunas investigaciones adicionales, pero aun cuando no hay todavía
un consenso entre los investigadores con relación a este asunto, no obstante la
actividad física sería de importancia vital para disminuir los riesgos de las
enfermedades coronarianas a través de la reducción en la hiperinsulinemia o
en la porcentaje de grasa corpórea por ejemplo, lo que afectaría increíblemente
la calidad de la vida del diabético. Por eso la actividad física tiene un papel
importante en el plan de tratamiento de la diabetes.

El efecto del ejercicio en el equilibrio de la glucosa y insulina:
Recientemente, las innumerables investigaciones han estado
describiendo respuestas al ejercicio que podrían mejorar la homeostasis de la
glucosa incluso los cambios en los tipos de fibras musculares, la hipertrofia
muscular, aumento de la densidad capilar muscular, incrementos en el sistema
enzimático asociados con el almacenamiento y oxidación de la glucosa, la
mejora de la oxidación de los lipídeos además de las modificaciones favorables
con relación a la hiperinsulinemia, en las proteínas plasmáticas, en algunos
parámetros de la coagulación sanguínea (que es precaria en el diabético) y en
la presión arterial.

Las mejoras en el condicionando cardiovascular y muscular están
presentes tanto para el individuo normal como para el diabético que entrena
regularmente y esto afecta directamente la capacidad funcional, la postura, el
mantenimiento del peso corpóreo o la perdida de peso, el estado emocional
(como mejora de la autoestima, menor ansiedad y sensación de bienestar).
Los riesgos de coronariopatias, accidente vascular cerebral y
enfermedad vascular periférica, que son el resultado de la aterosclerosis
acelerada, también pueden disminuirse a través del ejercicio frecuente, porque
esto disminuye los niveles de lipídeos sanguíneos que acumulan en las
paredes de las arterias y forman los placas de ateroma con consecuente
aterosclerose.

Directrices para evitar hipoglucemia durante y después del ejercicio para el diabético de Tipo I

  1. Consumir carbohidratos (15-30g) a cada 30 minutos de ejercicio de
    intensidad moderada.
  2. Consumir un carbohidrato de índice de glicémico medio/bajo antes de
    los ejercicios prolongados.
  3. Evite ejercitar los músculos que están cerca del sitio de la inyección de
    insulina durante más o menos 1 hora.
  4. Evite el ejercicio tarde de la noche.
  5. Disminuir la dosis de insulina:
  • Con insulina de acción intermediaria: disminuya la dosis en 30-35% en el
    día del ejercicio.

  • Con insulina de acción corta y intermediaria: abadone la dosis de la
    insulina de acción corta que preceden el ejercicio.

  • Con varias dosis de insulina de acción corta: disminuya las dosis que
    preceden el ejercicio en 30-50% y suplemente con carbohidratos.

El principiante con Diabetes:

Antes de empezar un programa de ejercicios resistidos con diabéticos es
necesario que el entrenador esté informado sobre la situación del principiante y
informe al individuo sobre:
• Los riesgos con relación a la hipoglucemia durante y después del ejercicio;
• Las alteraciones que pueden hacerse en la dosis de la insulina inyectada
previamente al ejercicio;
• La importancia de una evaluación médica para verificar si hay complicaciones
vasculares (micro o macrovasculares) y/o neurológicas;
• La importancia de un examen periódico de la retina (todos los años);
• La atención en el momento de la ejecución del ejercicio para que el individuop
no haga respiración bloqueada o maniobra Valsava (que aumenta la presión
ocular y también puede aumentar la presión arterial sistémica);
• La importancia del calentamiento previo y de la vuelta a calma en el final del
ejercicio.
• La importancia de tener consigo una bolsa con carbohidratos.
• La importancia de evitar el alcohol así como el uso de los beta bloqueadores
(cuando sea posible).
• Los meticulosos cuidados con los pies (principalmente en los diabéticos que
ya presentan una neuropatía periférica) para evitar ulceras y otras lesiones
ortopédicas. El uso de un calcetin y calzado apropiado que no apriete los pies
(el calcetin ayuda a prevenir burbujas y mantener los pies secos).
• La posibilidad de hipotensión después del ejercicio.
• La importancia del reemplazo hídrico (la transpiración significa que usted está
a perder agua)
• Utilizar una ropa compatible con la temperatura (recuerda que sudar más no
aumenta la pérdida de peso gordo y sí de agua)
• Comprobar su nivel de la glucosa sanguínea antes del ejercicio (más o menos
30 minutos antes)
• Saber cuándo es mejor no entrenar (si su nivel de glucosa en ayuno es
mayor que 300 mg/dl, independiente del tipo de diabetes).
• Cuándo verificar la cantidad de cuerpos cetónicos (si el nivel del glucosa es
aproximadamente 250 mg/dl antes del ejercicio, en la diabetes Tipo I).

Si la cantidad de cuerpos cetónicos es alta es mejor no practicar ejercicios porque la alteración en los niveles de cuerpos cetónicos es una indicación que el nivel de
insulina está muy bajo y el ejercicio podría producir más cuerpos cetónicos que
causan una acidosis y un desequilibrio químico en el cuerpo.
Si el diabético fuera hipertenso es aconsejable una atención mayor en
los ejercicios de elongaciones que preceden el ejercicio porque las
elongaciones ayudan, a través de la vasodilatacion, a reestablecer la presión
arterial. En este caso, es importante evitar los ejercicios isométricos porque
ellos causan vasoconstricción continua y, en algunos casos, pueden todavía
aumentar más aún la presión arterial.
Para el diabético con neuropatía periférica, los ejercicios que exigen
carga excesiva en los pies, como la carrera por ejemplo, no son
recomendados.

El volumen y la intensidad de los ejercicios con pesas:

El volumen del entrenamiento en actividad muscular se refiere
típicamente al número de series y repeticiones ejecutado por cada ejercicio.
Las recomendaciones para la mejorías generales del acondicionamiento son de
1-3 serie de 8-12 repeticiones para cada ejercicio.

La intensidad del entrenamiento se refiere típicamente a la cantidad de
carga usada. Generalmente se recomienda un aumento de 2-5% en la
intensidad cuando el individuo ya es capaz completar el número de
repeticiones con relativa comodidad.

Tanto el volumen como la intensidad del entrenamiento variarán en
acuerdo con el nivel de condicionamiento inicial del individuo.
Un principio que debe recordarse, en este caso, es él de la especificidad
del entrenamiento. Este principio dice que la mayoría de los beneficios
adquiridos a través de una actividad física no se transfiere para otra actividad.
Por eso, si en la evaluación previa, el estudiante demuestra un cierto grado de
acondicionamiento, es indispensable saber a través de cual actividad él
consiguió aquel nivel de acondicionamiento y empezar de allí para preparar su
programa de entrenamiento.

En el caso del individuo que tiene un buen acondicionamiento adquirido
a través de la carrera, por ejemplo, esto no restaría importancia de hacer un
programa de adaptación al entrenamiento con pesas puesto que los beneficios
en el condicionamiento que él adquirió en la carrera son específicos de esta
actividad y hay un pequeño o prácticamente ningun traslado de estos
beneficios para la musculación.

Este individuo sólo se diferencia de otro que no ningún
acondicionamiento en que él puede alterar el volumen y la intensidad del
entrenamiento de una manera más rápida porque él se adapta más
rápidamente que el individuo sedentario al esfuerzo, cuando el programa de
entrenamiento con pesas empieza.

La progresión del entrenamiento puede lograrse de otras maneras,
además de las variables como carga, repeticiones o series. La progresión
puede ser hecha por la habilidad en utilizar una técnica mejor, por el control
mejor de los movimientos, o por la mayor amplitud de movimiento, por ejemplo.
Cualquier uno de estos cambios significan progreso muscular y utilizarán las
musculatura más eficientemente.

La progresión de los ejercicios:

La progresión en el volumen y intensidad de los ejercicios debe hacerse
de una manera lineal. La progresión puede acontecer por el aumento del número de series o de repeticiones, por la disminución de los intervalos entre
las series, por la ejecución de dos o más ejercicios para el mismo grupo
muscular, entre otros.

El uso de posiciones diferentes para el mismo ejercicio también desafía
el cuerpo de una manera diferente y también pueden ser parte de la progresión
del ejercicio.

El montaje del programa de ejercicios con pesas:

El programa inicial debe contener por lo menos 1 ejercicio para cada
grupo muscular grande como:

• Espalda (Dorsal mayor, Trapecio y Romboides)
• Pectoral
• Deltoide
• Abdomen
• Cuadricep y Femoral
• Gemelo y Sóleo

La opción de los ejercicios para el trabajo de estos grupos musculares
debe ser de tal manera que, al principio, los ejercicios no exijan conciencia de
la postura o el uso de estabilizadores de los músculos y mucha técnica. Por
ejemplo, en vez de hacer sentadillas para el cuadriceps, femorales y glúteos,
puede hacer la prensa de piernas que no exige conciencia postural. En vez
de hacer el press de banca con peso libre, puede hacerlo en la máquina
multipower o press de placas, que ya tiene un recorrido definido y no pide la
acción de los músculos estabilizadores además de la ejecución del ejercicio ser
mucho más fácil, comparada al peso libre.

Los grupos musculares más pequeños deben introducirse en el
programa en acuerdo con la mejora condicionando físico del individuo.
Muchas de las mejoras ya verificados del ejercicio para los diabéticos
son dependientes de las mejoras del metabolismo aeróbico. Se sabe que la
musculación convencional es predominantemente anaeróbica. Así, el programa
de musculación para los diabéticos debe progresar para el máximo de 3 series
de 12-15 repeticiones para garantizar que la carga quede relativamente baja
para que el metabolismo aeróbico también se desarrolle.

Después de que el individuo está bien condicionado, el programa puede
avanzaer a 3 series de 8-12 repeticiones y puede aumentar la predominancia
del metabolismo anaeróbico.

Es importante recordar en todos los casos que los ejercicios aeróbicos
deben ser parte de la programación de los ejercicios del diabético. La bicicleta
ergométrica es una alternativa buena de ejercicio aeróbico para los diabéticos
con neuropatía periférica, porque estos pacientes deben estar libres de
burbujas o cualquier otro tipo de lesión en esta área y el uso de la bicicleta, en
vez de los ejercicios con el peso del cuerpo en los pies, tiene los mismos
beneficios sólo que con más seguridad en este caso.

Otra alternativa para obtener de los beneficios del ejercicio con pesas es
el entrenamiento en circuito que trabaja los metabolismos aeróbico y
anaeróbico en alternación.

Conclusión:

Todos los niveles de ejercicios, incluso la musculación, las actividades
de placer, los deportes recreacionales y de alta competición, pueden ser
hechos por diabéticos que tienen un buen control de la glucosa sanguínea.
La habilidad en ajustar el régimen terapéutico (insulina, medicación y
dieta) al ejercicio permite una participación segura del diabético en actividades
de alta competición. El conocimiento de las alteraciones de glucemia en
respuesta al ejercicio y el uso de estos datos para aumentar el rendimiento,
aumenta la seguridad de los ejercicios.

La hipoglucemia que puede pasar durante, inmediatamente después o
varias horas después del ejercicio, debe ser evitada.
El ejercicio además de ayudar en el controle glicémico y en la
sensibilidad a la insulina trae beneficios múltiples en la calidad de vida del
diabético y, por eso, debe ser parte del estilo de vida de esta población.
La mejora de la sensibilidad a la insulina a través de la pérdida de peso
parece ser debida principalmente por la pérdida de la grasa visceral excesiva.
La Diabetes Melitus es una enfermedad metabólica que trae gravísimas
consecuencias si no es bien tratada, pero el cambio de conducta y estilo de
vida para los hábitos alimentarios más saludables, el control glucémico y el
ejercicio, prolongan la perspectiva de vida así como ayudan a disminuir mucho
el riesgo de las enfermedades relacionadas a la diabetes.

“La lógica te llevará de A a B, la imaginación a cualquier parte”
Albert Einstein

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