Ese sistema intervenido del que hablas se llama Socialdemocracia. Y dejó de existir paulatinamente desde principios de los años 90, cuando dejó de ser necesaria para evitar el éxito del modelo socialista de la URSS, que era lo que temían los grandes tenedores de riqueza.
La definición que yo hago de socialdemocracia, la cual creo que es bastante válida, es la de un modelo político que trata de “defender los intereses de la clase trabajadora socavando lo menos posible los intereses de la clase empresarial”, recurriendo para ello a los mecanismos que tú expones.
La recuperación de la SD, viene a ser el gran caballo de batalla actual de los partidos políticos que en España se conocen como de “izquierda” (Podemos, Sumar, ERC, Bildu, etc…) y al cual se contrapone el modelo neoliberal que intenta sostener a toda costa el bloque de la “ortodoxia política” o “partidos del Régimen del 78” que son PP, PSOE, VOX y algunos más.
El modelo neoliberal, ya se ha visto sobre todo desde la gran crisis financiera de 2008 y el declive de EEUU como potencia hegemónica en las últimas décadas (lo sigue siendo, pero cada vez menos), que es un modelo totalmente fallido que solo lleva a inestabilidad social, aumento de la desigualdad y de la pobreza, aceleración de los ciclos de crisis-recuperación, problemas medioambientales derivados de la ineficiencia de los sistemas de producción y del poco control que existe sobre ellos, etc…
El problema viene a ser que, de la misma manera que la SD fue creada por las grandes élites empresariales occidentales para evitar el éxito de un modelo socialista que parecía en un principio destinado a suceder al modelo capitalista, ahora ya no tienen ningún incentivo para permitir que exista y ceder gran parte de sus beneficios actuales para que haya una prosperidad social, al menos en los países desarrollados,
Ahora mismo, tienen el control de casi todos los medios de comunicación importantes y con ellos, del “relato”, y ejercen a través de estos una suerte de control mental sobre la población más ignorante que impide que la correlación de fuerzas entre clase dominante y clase “dominada” cambie en modo alguno.
Lo único que les hace reaccionar, aunque sea levemente, es la percepción de amenazas sobre su modelo de explotación extractivista. La última que hemos vivido, la crisis tel COVID.
No soy nada optimista sobre esto, y creo que solo la aparición de enormes crisis, que nadie desea, pueden provocar un cambio de sistema.