cuando en nuestros cuerpos se acumula mucho ácido láctico, aparece la fatiga muscular, nos falta energía y no somos capaces de contraer los músculos. ¿Es para tanto? Sí, el ácido láctico puede llevar al atleta a tener que poner punto y final al entrenamiento o incluso a una carrera antes de tiempo. Puede llegar a convertirse en una auténtica pesadilla para el corredor, aunque suele aparecer cuando vas a ritmos altos en carrera y en sesiones de alta intensidad.
Para saber un poco más sobre el ácido láctico hemos hablado con un experto que nos ayuda a descifrar los motivos de por qué aparece, los efectos que tiene sobre el cuerpo o cómo podemos evitarlo a través del entrenamiento. Por que no todos somos Dean Karnazes, el ultrarunner que desafía a los límites del ácido láctico. Por eso, si notas que acabas con fatiga tras cada carrera, esto te interesa. Sigue leyendo.
¿Qué es el ácido láctico o lactato?
También conocido como lactato, el ácido láctico es un compuesto químico que es muy importante para el metabolismo anaeróbico. Aunque se suele decir que es lo que provocaba las agujetas, se ha demostrado que esto es falso. Eso sí, el ácido láctico lo que sí hace es poner límites a nuestro rendimiento cuando estamos en un entrenamiento de alta intensidad como pueden ser unas series de velocidad.
“Es un compuesto que genera nuestro cuerpo como consecuencia de la degradación de las moléculas de glucosa. Sobre todo, cuando esta degradación se da en condiciones anaerobias, es decir, aquellos momentos en los que se requiere de un mayor esfuerzo e intensidad. Un ejemplo podría ser nadar en distancias cortas o un sprint final de una carrera”, nos cuenta la Dra. Herrero Martínez, especialista en Nutrición y Dietética y Vicepresidenta de la Junta Directiva de CPDNA y miembro de TopDoctors.
Cuando no hay oxígeno en ejercicios de muchísima intensidad (series de velocidad con un 400 como mayor exponente o pesas), el organismo emplea la glucosa a modo de gasolina para poder funcionar. Esta se va degradando y acaba convirtiéndose en ácido láctico. Llega un momento en el que el cuerpo es incapaz de reutilizarlo y… ¡Llega la pesadilla! El ácido láctico hace de las suyas si la intensidad es alta. La fatiga hace acto de presencia causando estragos en el atleta. Los músculos se quedan sin energía y las fibras musculares no pueden realizar correctamente la contracción.
¿Por qué aparece el ácido láctico?
Y no, las agujetas no se esconden detrás del ácido láctico. Tal y como explica la experta: “el ácido láctico es el resultado metabólico del azúcar durante la práctica deportiva, se genera cuando consumimos glucosa de nuestro organismo al realizar ejercicio intenso”. Y continúa advirtiendo de que “si este ejercicio es de poca duración no hay problema, pero si se alarga en el tiempo, se va acumulando. También suele aparecer la fatiga y el agotamiento de forma rápida en personas que no están acostumbradas a entrenar normalmente”.