El camino del guerrero

Hola a tod@s, abro este hilo porque este foro me parece un lugar muy adecuado para reflexionar acerca de qué es, para vosotros, el camino del guerrero.

Digo que este foro me parace el lugar idoneo para hacerlo porque he observado que el camino está presente en tiempo y forma en muchos de vuestros comentarios, lo veo en una foto de un desayuno, lo veo en una actitud, lo veo en un consejo, en un estilo de vida…

Podemos hablar, si os apetece, de diferentes enfoques del mismo, y tocar diferentes temas, los que creáis oportuno para enriquecer el debate, si es que lo hay. Desde el estoicismo al concepto de super hombre de Nietzsche pasando por el código del Bushido, la metáfora kantiana de polaris o incluso por Castaneda. Cualquier punto de vista personal puede servir para contribuir a tener una panorámica más amplia del camino del guerrero.

¿ Cuál es para ti el camino del guerrero?
¿Hubo un punto de inflexión antes de empezarlo?
¿Qué esperas aprender en el camino?
¿Qué exitos esperas del camino?
¿Qué estás dispuesto a sacrificar por seguirlo?

Son sólo unas preguntas muy básicas, sentíos libres de añadir las que consideréis adecuadas.

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La incomodidad, salir de tu zona de confort para crecer

Creo que en la inmensa mayoría de los casos así es, yo no soy una excepción

De todo, cuanto más mejor, todo tipo de habilidades, para ser mejor padre, mejor amante, mejor hijo, habilidades que me permitan expresarme como la fotografía, profesionales para conseguir evolucionar en tu profesión, en habilidades en deportes que no haya practicado todavía … el aprendizaje es infinito, sólo necesitamos apartarnos de las distracciones de la sociedad y lograr tener tiempo para mejorarnos como personas

La felicidad es lo que todos deseamos, menos es más y hacer felices a quiénes queremos nos reportará nuestra propia felicidad

Salir de nuestra zona de confort, a nadie le gusta, es incómodo y da miedo, pero las cosas que merecen la pena siempre son difíciles

Un estoico junkie :syringe::muscle:

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Mi camino del guerrero es el camino hacia la autosuficiencia y el éxito personal y empresarial a través de la constancia, del dominio de las emociones y de aventurarse más allá de la zona de confort

Establecer una rutina, tener la disciplina de prolongarla en el tiempo y poner el foco en lo que queremos…

La meta final siempre será ser feliz, pero tiene matices, a veces la felicidad solo llega cuando logramos nuestros objetivos, cuando construimos un legado… Algunas personas se sienten predestinadas a forjar X y solo así serán felices.

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Ya que citas a Castaneda, el camino del Guerrero Tolteca (pueblo del México prehispánico) tiene un primer precepto.

La impecabilidad.

En un guerrero sin forma humana ya no hay lugar para los celos, la tristeza, las envidias, los enojos, los amores o las pasiones humanas.

Si un guerrero encuentra obstáculos en su camino trata de superarlos de manera impecable. Si al tratar de hacerlo encuentra dolor y privaciones insoportables, el guerrero llora, consciente de que todas sus lágrimas juntas no cambiarán un ápice su situación.

Sabiduría tolteca recabada por Castaneda.

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Mi camino comenzó con 13-15 años
Crisis económica, y tener la imagen de mi madre contando monedas para comprar un chupete a mí hermano, facturas sin pagar, mis viejos en paro, comer arroz día si, día también, ni oler la carne en semanas etc.
También que mis colegas saliesen a cenar un kebab de 4 pavos y yo decir que no tenía hambre o me dolía la tripa para no afrontar la realidad.

Algo en mi cabeza se rompió y decidí que no viviría eso dos veces.

Desde ese día comenzó una serie de cambios orientados a la superación, la ambición y otras emociones bastante intensas, que me llevaron a una personalidad fuerte y dura, demasiado pafs mi edad, lo cual desembocó en expulsión ddl instituto por una paliza, un par de noches en el calabozo y demás “hazañas” que experimenté prematuramente.

Toda esa montaña rusa me hizo madurar rápidamente, enfocando mi energía en el trabajo duro, la disciplina y la constancia.

Empecé a entrenar el día que cumplí los 16, trabajaba en negro bastantes más horas de lo que dura una jornada, estudiaba una FP por las mañanas, y después continúe trabajando y estudiando.

Descubrí el placer de entrenar, descubrí a sentirme agradecido por cada comida, valoré mi esfuerzo, tiempo, y el de los demás.

A día de hoy, considero que tengo una vida bastante plena, sin problemas y sin problemas a la vista, pero todos los días sigo despertándome a la misma hora, sigo a raja tabla mis entrenos, mi trabajo, cuido mi familia y disfruto cada segundo de mi día a día.

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:top:

Me encanta esto, porque parece que la imagen preconcebida de un guerrero es que no lloran y huyen de sus sentimientos y para nada, los guerreros claro que lloran, pero una vez se han desahogado esos sentimientos de sufrimiento por los obstáculos, las dificultades y penurias o incluso las derrotas, aprende de ello, se levanta y sigue luchando porque no hay otro camino

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@Nostromo te estamos esperando, te toca :smile:

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Muy bueno esto @vicioso69 una verdadera historia de un guerrero!!

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Gracias, gracias, más gracias infinitas por compartir. Por supuesto que voy a contar mi camino.

No penséis que todo esto es mera curiosidad o hablar por hablar, sinceramente creo que uno puede inspirarse en las experiencias de los demás para construir su propio conocimiento y forjar su camino… Y ver que uno no está sólo, o que si lo está… Pero que hay maneras de afrontar lo que venga y decir “a las balas, pecho, yo esto me lo peleo”.

Las experiencias y el enfoque de los guerreros son para mí, sin lugar a dudas una guía, yo los llamo “las luces” del camino. En realidad, todos cargamos un poco con esta responsabilidad de ser ejemplo porque de alguna manera todos somos modelo para alguien y siempre es bueno tomar conciencia de ello.

También abrí este hilo para hacer yo mismo un ejercicio de reflexión. Verbalizar de forma oral o escrita los pensamientos me ayuda a organizarlos porque si no puedo acabar perdiéndome entre los adaptativos racionales y los no adaptativos que rezuman posibles futuros caóticos.

Mi camino comienza en el paso de la infancia a la adolescencia, ahí la vida me asesta un par de golpes bien dados y me quedo un poco a la cuarta pregunta, sin saber cómo reaccionar racionalmente. Meto en una caja unos libros, las cintas de iron Maiden, barón rojo, acdc y Deep purple que tenía (no tenía más), un poco de ropa en una mochila y me voy a Barcelona a buscármelas, agarrándome a un clavo que estaba al rojo vivo. A partir de esa decisión, “mala vida”… Pero que no me arrepiento de nada porque aprendí muchísimo y aún hoy estoy muy agradecido de todo lo malo y todo lo bueno que pasé. Al poco de empezar a liarla, como era menor, acabé en casa de mis abuelos… Otra vez a Madrid.

En Madrid de vuelta, más mala vida, unos cuántos tumbos, un par de salidas por la cuneta (alguna que otra literalmente hablando) y el punto de inflexión es la tormenta, el hostión de realidad que te da la vida. Ahí empecé a entender un poco quién era yo y el rol que estaba jugando en la vida. Llegado ese momento decido dejar las inercias y volver a hacer lo que realmente siempre me había gustado, estudiar, porque tuve la suerte de tener ejemplo y modelo para ello, mi abuelo se pasaba el día entre libros. Esto me cambia la vida trascendentalmente hace ya unos 25 años, me cautiva y se apodera de mí. Después he tenido también la oportunidad de ejercer la docencia.

Empieza uno pensando que su camino es el de la consecución de sus objetivos, es decir, el camino como un medio para lograr un fin. Después uno consigue esas metas y al poco tiempo se vuelve a sentir vacío y decide hacer target en otros horizontes pero vuelve a suceder otra vez lo mismo y entras en bucle y nada te llena… O al contrario, no logras la consecución de los mismos y caes en actitudes y hábitos poco saludables, tanto física como mentalmente… Y llega un día que te paras a pensar y dices… Bueno y todo esto… ¿Para qué?.. Si total los años pasan y yo ya estoy harto de pelear… Y lo que pasa es que no sabes responder a esa pregunta, al para qué… Que en mi caso es para exprimir la vida hasta el final de mis días, ese es mi “para qué” por si a alguien le interesa. Pienso sacarle todo el jugo a esto que llamamos vida y como no tengo hijos, no pienso dejar ni una gota.

Lo he abandonado unas cuántas veces, puedo echarle la culpa a la vida, a las circunstancias o a perico el de los palotes… Pero la auténtica realidad es que quien se sale del camino soy yo y no me empuja nadie. Mi batalla en los últimos tiempos es con mi sombra, yo soy mi peor enemigo lo tengo clarísimo. También tengo claro que no se puede estar en guerra con uno mismo así que mi camino pasa por asumir ciertas verdades que no quiero asumir e integrar mi sombra.

Para mí el significado del camino, más allá de haberlo empezado a andar sin ser consciente de ello ni de a dónde me dirigía, empieza a tomar forma conceptual cuando caen en mis manos ciertos libros como los de Castaneda, ya que se ha mencionado. Esto sucede a una edad demasiado prematura para comprender bien lo que allí estaba escrito y para qué servía todo aquello… Y me empiezo a flipar con el poder del intento, el ensueño, el desatino controlado… Y con el poder de algunas plantas también, of course. He experimentado con casi cualquier sustancia psicoactiva o enteógena que podáis imaginar. No soy alguien que tenga miedo a las sustancias, pero si de las consecuencias de las dosis, sólo soy un psiconauta no un kamikaze.

Me desengañé bastante pronto de la ficción de Castaneda y encontré otras fuentes, algunas incluso de las que parece haber bebido él mismo como El libro de los cinco anillos, que contiene un concepto del guerrero mucho más asequible y realista. El camino está presente en todo el legado del conocimiento clásico, medieval, moderno y contemporáneo, pareciera que es condición intrínseca del ser humano el superarse a sí mismo. Desde platón hasta el Übermensch hay todo un compendio de tratados de los que se pueden destilar características atribuibles al guerrero pero que en ningún caso (esto es pura subjetividad) creo que sean conditio sine qua non el reunir todas ellas para considerar a alguien guerrero. Todas estas virtudes y decisiones consecuentes responden a un determinado perfil de prohombre en función del panorama socio cultural de la época, es decir, el concepto de guerrero siempre es hijo de su tiempo.

El concepto actual de guerrero es difícil de definir de forma objetiva, no puede aislarse de su contexto. Siempre van a estar presentes en el guerrero valores como la disciplina, el sacrificio, la justicia, la libertad, etc, etc… Podríamos perdernos enumerando valores y características y luego si queremos también podríamos establecer una jerarquía entre todo ello, lo cual me parecería inútil del todo porque el resultado siempre va a ser un ideal, poco aproximado a la realidad mundana del ser humano. Vivimos en el mundo que vivimos y estamos en 2024 según el calendario gregoriano, no me creo que nadie pueda ser un estoico al 100% o perseguir la virtud como meta en la vida, ni puede existir un superhombre sin ser un psicópata integrado (que los hay), ni existe la impecabilidad ni la infalibilidad, aunque imagino que habrá excepciones de seres de luz que vivan en un monasterio budista y estén preparados para trascender a donde sea que trascienda esa buena gente. Estamos donde estamos y las cosas son las cosas y los hombres hacen cosas… Que decía un político de cuyo nombre mejor no acordarse.

Sigo creyendo, iluso de mí, en la utopía del imperativo categórico. Para mí el guerrero de hoy en día ni es héroe ni es soldado ni alguien especialmente virtuoso, es sólo alguien que se toma su tiempo para discernir (qué palabra tan bonita), que alimenta su espíritu crítico sin tomar nada como verdad absoluta, sin perderse en dogmas o códigos y que hace las cosas, en cada ocasión que tiene de actuar, como mejor sabe y está en su mano hacerlas, sin autoengaños… Porque la primera responsabilidad es con uno mismo. Si esto lo hacemos norma universal igual nos empieza a cantar otro gallo.

Sinceramente a día de hoy, no sé si mañana cambiaré de opinión (no sería la primera vez), le doy más valor a los procesos que a los objetivos, o sea, para mí es más importante el camino que la meta. No es un medio sino un fin en sí mismo.

Así que el camino para mi es todo, cuando estoy en la marcha todo va bien, cuando me despisto todo flaquea y se desmorona. Sé que me ha tocado la de Epicureo no sólo por ser endomorfo, que también, sino porque mañana por la mañana la roca va a estar donde no quiero que esté y voy a tener que moverla de nuevo, pero asumo esta tarea de buen grado porque sé que en el camino, cargado con mi roca, me voy a encontrar cosas buenas para mi vida. Se podría hacer un simil entre el lugar donde debo transportar la roca con la persona que quiere alcanzar la estrella polar, nunca voy a llegar a destino, pero el norte está ahí. Fuera del camino es Mordor.

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El desapego. Un superpoder :muscle:

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Walter Riso tiene muchos poderes… Es un super guerrero, lo sigo hace mucho.

Tiene varios libros interesantes, entre otros El camino de los sabios, que le viene al pelo a este hilo. El que más me ha gustado de este hombre es “De tanto amarte, me olvidé de mí”.

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