No, ciertamente no. Pero es que básicamente la uso en definición y es muy difícil atribuir beneficio extra a la GH mientras al mismo tiempo estás con dieta, entreno, cardio, t3, clemb, etc.
Yo comenté ya en otros post que, la única forma de saber si la GH tiene de verdad capacidad para por sí misma “quemar” más grasa en circunstancias iguales es, encontrar calorías de mantenimiento exactas y, a partir de ahí, ir añadiendo GH de forma creciente. Ejemplo:
Empezar con 3IU al día, diez días después, duplicar a 6IU al día, 10 días después triplicar a 9IU al día. Tomar nota de todo y 30 días después podemos valorar si hubo recomposición o no.
Pero ahora la usaré buscando elevación de IGF-1, por eso la usaré post entreno y en presencia de insulina endógena (por comer, en castellano), en realidad lo suyo sería introducir 5IU de insulina rápida (creo que @Meneitos usa protocolos similares en este sentido), pero el problema es que la insulina me retiene y quiero evitarlo.
Porque quiero contrarrestar de cierta forma la consecuencia que tiene el aumentar las calorías después de “dejar” la dieta restrictiva. Es muy fácil comer más y entrenar menos y eso junto a los propios adipocitos que están ávidos de recuperar su grasa, te condenan a perder la forma más rápido. Dicho esto, no es el momento ideal para dejar tus tiroideas bajas. Eso puede esperar un poco más.
Los carbohidratos altos son grandes responsables de la retención de líquido, aspecto acuoso, rebote post competición o post dieta, etc. Y lo anterior es a su vez responsable de efectos secundarios que en mi caso son condicionantes como la hipertensión.
Así que, quiero mantener mis carbohidratos justos para cubrir mis entrenamientos.
De todas formas y en relación a esto último, desde hace años me pregunto el porqué hemos basado nuestra nutrición a una altísima toma de carbohidratos. No encuentro justificación fisiológica para que un humano necesite 700-800-1000gr de carbohidratos al día salvo que sea un maratoniano.
Creo que nuestro cuerpo está usando el sistema de oxidación de las grasas la mayor parte del día y que las necesidades de carbohidratos probablemente estén cubiertas con la mitad de lo que solemos tomar.
Obviamente hay contextos en que los carbohidratos se deben subir sí o sí y mantenerlos bajos en términos absolutos es imposible, por ejemplo en alguien que toma 7000kcal.
Pero los que trabajan conmigo creo que han podido comprobar como últimamente estoy dando más prioridad a cubrir con grasas saludables las necesidades calóricas que a altos carbohidratos.
Ojo, esto tiene su parte mala también como es lógico.
Y es que, la energía que se “pierde” durante la digestión y metabolismo de los carbohidratos es más alta que la que se “pierde” con las grasas. Dicho de otra forma, 1000kcal en forma de grasa se acumularán de forma más fácil y más rápida que 1000kcal provenientes de carbohidratos.
En parte tiene que ver la termogénesis de los alimentos,
En resumen, no quiero parecer novedoso. Lo cierto es que si los carbohidratos altos no me hincharan como bola, ni me subieran la tensión arterial, serían la base de mi dieta, pero me toca adaptarme o morir.
Que nadie tome lo que yo hago como una norma o una nueva corriente nutricional o metodológica. Todo siempre es adaptado.
Incluso en la química ya veis que no uso nandrolonas, sin embargo para mí, la nandrolona es el anabólico base y rey de las terapias que “sugiero”.