Bitacora Elregreso

Des de el principio. Y mantenerlo asi durante todo el ciclo. O subiríais luego las dosis?

Lo ideal es siempr con lo mínimo optener los mejores resultados.
Usa menos cantidad y centrate en la dieta, descansa todo lo que puedas (tus 8h mínimo de sueño + siestas siempre que puedas) y entrenamientos al 110%

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Ojala pudiera dormir 8 horas jeje sería toda una bendición, suelo dormir entre 6-7 horas. Intento ir a dormir sobre las 22:00-23:00 y me despierto a las 5:40 para las 6 estar en el gym y poder hacer mi cardio en ayunas y luego empiezo con mi entrenamiento que suele durar hasta las 7:40-8:00. Y luego al mediodía no tengo casi tiempo para descansar llego sobre las 14:00 a casa saco los perros, como, recojo, estoy con los críos y a las 16:00 me voy para el trabajo acabo sobre las 20:00-20:30 llego a casa casi las 21:00 y saco yo a los perros o mi mujer y luego cenamos y preparo comidas y suplementación para el otro dia y cuando terminamos vamos a dormir.

Que opináis de utilizar probióticos y greens?

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Prefiero los prebioticos, los greens deben ser de optima calidad y si tu dieta es correcta no te deberían hacer falta.

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A mí que las verduras en general me suelen causar excesivos gases (especialmente crucíferas) y que apenas como fruta me parece un buen sustituto el usar greens, aunque he de reconocer que en calidad no me fijo, siempre he tirado de los de MyProtein y no he comparado con otras marcas.

Los probióticos depende de para qué los quieras (qué sintomatología intestinal presentas) habrías de elegir qué cepas te pueden ir mejor.

Yo creo que mi problema es falta de asimilación y por eso creo que suelo ir bastante al baño y casi siempre blando, una media normal en mi es de ir entre 4-7 veces al baño. Al noser que haya estado en competición comiendo lo minimo que solo iba una vez y duro o 1 vez cada 2 días.

Si comes mucho vas a ir mucho al baño, el tema de la consistencia de las heces no es tan relevante, así que no tomes en cuenta a menos que sea demasiado dura-seca o se pase de ser demasiado líquida.
Si no asimilases, fermentarías y tendrías muchos gases.

Concepto de probióticos, prebióticos y simbióticos

El término probiótico hace referencia a un preparado o a un producto que contiene cepas de microorganismos viables en cantidad suficiente como para alterar la microflora en algún compartimento del huésped (por implantación o colonización) y que produce efectos beneficiosos en dicho huésped. La definición incluye bien productos que contienen microorganismos (por ejemplo, leches fermentadas) o un preparado de microorganismos (por ejemplo, comprimidos o polvos)3.

El término prebiótico se refiere a los ingredientes de los alimentos no digeribles que producen efectos beneficiosos sobre el huésped estimulando selectivamente el crecimiento y/o actividad de un tipo o de un número limitado de bacterias en el colon (por ejemplo, la ingestión de fructooligosacáridos y la inulina favorecen a las bifidobacterias de forma selectiva).

El término fibra dietética es un término más amplio que se refiere a diversos carbohidratos y la lignina que resisten la hidrólisis por los enzimas digestivos humanos, pero que pueden ser fermentados por la microflora colónica y/o excretadas parcialmente por las heces. Esta definición incluiría dentro del concepto de fibra a los polisacáridos no almidón (celulosas, hemicelulosas, pectinas, gomas y mucílagos), la inulina, los fructooligosacáridos, los galactooligosacáridos, el almidón resistente (almidón y los productos procedentes de la degradación del almidón, que no son digeridos en el intestino delgado de los individuos sanos ).
Otros componentes de la fibra son difíciles de clasificar; por ejemplo, la goma guar, un tipo de fibra soluble fermentable, promueve en parte el crecimiento de bacterias probióticas pero también actúa como sustrato general (no específico) de las bacterias colónicas (“alimento colónico fermentable”) por lo que no podría considerarse en sentido estricto como tal “prebiótico”.

El término simbióticos se refiere a aquellos productos que contienen probióticos y prebióticos. En sentido estricto debería ser reservado a productos en los que el componente prebiótico selectivamente favorece al componente probiótico (por ejemplo oligofructosa y bifidobacterias pero no oligofructosa con Lactobacillus (L) casei; no obstante, si se entiende el sinergismo ampliamente ésta última combinación sería posible).

Prevención de la diarrea asociada a la toma de antibióticos

Desciende el riesgo de diarrea por antibiótico con el uso de probióticos en general, siendo especialmente relevante con las cepas Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnosus GG administradas aisladamente, y con la combinación de los probióticos L. acidophilus y L. bulgaricus ; Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium lactis ; Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium infantis .
Los probióticos fueron más eficaces en los niños frente a los adultos.
Saccharomyces boulardii es el probiótico con más resultados positivos.

Estreñimiento, ritmo intestinal y salud colónica

Los prebióticos, en general, tienen un efecto positivo pero poco importante sobre el número y cantidad de las deposiciones. Por el contrario la fibra (especialmente la parte insoluble o escasamente fermentable) aumenta modestamente (y significativamente) el número de deposiciones semanales (de media 1,4-1,5 movimientos por semana). En el colon irritable los trabajos publicados tanto con prebióticos como con fibra (mezcla o preferentemente soluble) no permiten realizar recomendaciones ya que aportan resultados contradictorios.
El uso de simbióticos ( Oligofructosa + inulina -SYN1- + Lactobacillus rhamnosus GG y Bifidobacterium lactis Bb12 ) en pacientes intervenidos de pólipos colónicos y cáncer de colon; además de mejorar la flora fecal también lo hicieron diversos biomarcadores (genéticos, celulares, inflamatorios e inmunológicos) reduciendo el riesgo teórico de cáncer de colon

Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

En algunos estudios en humanos el empleo de un probiótico multicepa (VSL-3, que contiene cuatro cepas de lactobacilos - Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei, Lactobacillus delbrueckii subespecie bulgaricus y Lactobacillus plantarum -, tres cepas de bifidobacterias - Bifidobacterium longum, Bifidobacterium infantis, Bifidobacterium Breve - y Streptococcus salivarius subespecie thermophilus ) ha logrado aumentar el porcentaje de remisión de pouchitis en la colitis ulcersosa (CU). Sin embargo en los escasos ensayos con probióticos en la Enfermedad de Crohn (EC) con el objetivo de mantener la remisión (con varias cepas como Lactobacillus GG, VSL3, Lactobacillus johnsonii LA1, E. coli Nissle 1917, Saccharomyces boulardii ) han mostrado resultados discordantes.

Enfermedad hepática

Se ha propuesto que los probióticos podrían modular la flora intestinal influenciando el eje intestino-hígado y mejorando dicha enfermedad. Aunque existen trabajos preliminares con mejorías del cuadro en cuanto a parámetros analíticos (transaminasas, peroxidación lipídica) no existen estudios con un diseño adecuado para extraer conclusiones.
Se ha estudiado el uso de simbióticos (Synbiotic 2000) frente a la fibra probiótica contenida en el preparado o frente a placebo (con un número pequeño de pacientes) demostrándose una mejoría en el amonio y de la encefalopatía así como en la ecología intestinal.

Absorción de calcio y salud ósea

Se han realizado algunos estudios randomizados y controlados con escaso número de sujetos en los que se ha evaluado la absorción de calcio tras la administración de prebióticos (FOS, GOS, inulina o combinaciones de varios de ellos). En algunos se demostró un aumento en la misma. En un estudio randomizado frente a placebo con mayor número de sujetos (100 adolescentes) se demostró que la inulina, administrada durante un año, mejoraba no sólo la absorción cálcica si no además, la densidad mineralósea al año. Estos resultados fisiopatológicos podrían ser interesantes para su aplicación en la práctica clínica.

Riesgos de los probióticos en la práctica clínica

Dado el rápido incremento objetivado en el empleo de probióticos en los últimos años y en circunstancias clínicas muy diversas es interesante preguntarse acerca de su seguridad, especialmente si se emplean en situaciones en las que su eficacia no ha sido demostrada por la evidencia científica . Como se ha comentado, los lactobacillos y las bifidobacterias abundan tanto en la dieta de los humanos como en el intestino sano. Las infecciones por estos microorganismos podrían ocurrir de forma natural incluso sin estar relacionadas con la ingesta de estos microorganismos. Aunque son pocos, la mayoría de los casos clínicos publicados de bacteriemia, sepsis o endocarditis por lactobacilus han sido producidos por L. rhamnosus GG o por L. Casei. Las infecciones por bifidobacterias son excepcionales en la literatura aunque se han descrito bacteriemias, sepsis y colangitis por Bacillus subtilis. También se han publicado sepsis fúngicas producidas por Saccharomyces boulardii. Todos los casos de infecciones sistémicas por probióticos se han producido en pacientes con enfermedades graves de base (Diabetes mellitus, valvulopatías, prematuros, problemas hematológicos, SIDA, pacientes de cuidados intensivos, con nutrición parenteral, con yeyunostomías, síndrome de intestino corto, trasplantados, pacientes con cáncer, etc.). La mayoría de estos casos se resolvieron con tratamiento antibiótico pero, en algunos derivaron a shock séptico e incluso provocaron la muerte. Es posible que diferentes cepas de probióticos tengan diferentes perfiles de seguridad. No obstante, en estudios prospectivos y randomizados realizados en adultos inmunodeprimidos y niños infectados por VIH y en neonatos pretérmino no se ha comunicado ningún caso de sepsis por Lactobacilos. A nivel general la balanza de beneficios frente a los riesgos está claramente inclinada hacia los primeros ya que el riesgo de infección por el consumo de probióticos sería similar al de la infección por cepas comensales y, en general, muy bajo, incluso en pacientes inmunodeprimidos. No obstante, existen grupos seleccionados de pacientes en los cuales todavía se recomienda emplear con precaución, en especial en prematuros y en determinados pacientes inmunodeprimidos. Boyle y cols., proponen una serie de factores predisponentes a la sepsis por probióticos. El riesgo de sepsis por estas bacterias debería balancearse con el riesgo de sepsis por otras especies patógenas de bacterias y con el riesgo de sufrir la enfermedad que se pretende prevenir (por ejemplo, la enterocolitis necrotizante en neonatos).

Resumen:

Probióticos y prebióticos en la práctica clínica

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112007000500005

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Pues llevo un par de días con mas gases de lo normal, también empezado a tomar enzimas digestivos nose si tendrán algo que ver o no, pero no creo.

Al contrario, al usar enzimas digestivas deberías reducir los gases porque ayudan a que todo nutriente se descomponga correctamente así que menos llegará intacto al intestino grueso que es donde fermenta y causa gases.
¿No habrás añadido algún alimento ‘sin azucares’ que lleve polialcoholes: sorbitol, maltitol…?

No, lo único que inclui en mi dieta diferente han sido hamburguesas de estas de sabores, nose si influirá eso.

Yo creo que no. No llevan edulcorantes aunque lleven ciertos aromas y tal.
Quizá estrés, quizá cambio de biorritmos por cambio de horario…

Ire analizando como reacciona mi cuerpo con cada alimento o suplemento hasta encontrar si es solo un alimento o suplemento el que me provoca gases y esas ganas de ir al baño.

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